La colección Cuadernos
de Mangana surgió para dar a
conocer las diferentes ponencias que personalidades de reconocido prestigio
dictaban en el Centro de Profesores de Cuenca. Desde muy pronto, esta colección
se vinculó al curso de narrativa La
novela española de nuestro tiempo que
organizaba esta misma institución y del que se celebraron diez ediciones. De
esta forma, las páginas de estos libros se convirtieron en un privilegiado
espacio donde la literatura, la narrativa, la crítica y el acto creador
encontraron el cobijo perfecto desde un punto de vista interdisciplinar.
La colección se publicó desde 2001 hasta el 2011,
llegando al número 53. La distribución se realizó entre profesores, bibliotecas
escolares, revistas especializadas, autores, departamentos de universidad, coleccionistas, investigadores e interesados en general.
En su momento, los libros
fueron ampliamente reseñados en: “El Ojo Crítico”, ABC Cultural, Babelia, El Cultural de El Mundo, el programa “Pompas de
Papel” de Radio Euskadi, Cuadernos
del Sur, La
Opinión de
Tenerife, Diario Vasco de San Sebastián, El Correo, El País, Diario de Córdoba, Diario Lanza de Ciudad Real, Día de Cuenca, La
Tribuna de
Cuenca, Ideal, Escuela Española, Cuadernos de Pedagogía, Educar, "Los libros"
en Radio 5, Pérgola, Crónicas de Cuenca, etc.
La
colección está tratada con mucho mimo. Su pequeño formato (13 cm x 17 cm)
permite calificarla de libro de bolsillo, llamando la atención la textura del
papel, el dibujo en seco de portada (realizado por profesores y artistas
locales o vinculados con la ciudad de Cuenca), la composición de los textos,
incluso el olor.
Los colores que aparecen en portada (título y número de la colección) están elegidos en base al contenido. Alguien se entretuvo en intentar encontrar alguna errata en las diferentes ediciones (los libros eran corregidos con exhaustividad) dándose la anécdota que solamente encontró una en el número 29 diciendo “Saramango” en vez de "Saramago".
Las
ediciones fueron muy limitadas. Al principio se editaban 1000 ejemplares,
pasando pronto a ser 500 para acabar con una cifra de 300. El que tiene un
ejemplar puede considerar que ya tiene un tesoro.
Aunque el nombre de Mangana pueda recordar a algún personaje singular
o a un misterio literario, la realidad es que es una torre que domina la ciudad
desde una atalaya privilegiada y cuyo tañer de horas se escucha en toda Cuenca.
Entre las notas de agradecimiento recibidas en su día por parte de
personas o instituciones que recibían los Cuadernos, podemos citar:
Miguel de Santos, director de
la revista GQ, escribió: “Antes de dedicarme al mundo de la edición, yo mismo he sido profesor
en diferentes centros y en diferentes ciudades españolas. Le puedo asegurar,
desde mi experiencia personal, que la labor de su centro con los cursos y con
la edición de las charlas tiene un nivel poco común en el campo de la
educación. Gracias a esta actividad su centro de profesores y la ciudad de
Cuenca se aprovechan de un prestigio que para sí quisieran ciudades como Madrid
(en la que resido) o Barcelona”.
José Julio Perlado de la
Universidad Complutense de Madrid escribió:
“¿Cómo podía yo desconocer una colección tan apasionante y de bellísima
edición?”
La escritora Julia Otxoa escribió: “Enhorabuena por cuidar así las
publicaciones en honor de la expresión del pensamiento y la literatura”.
Elisa Fernández Huidobro dijo: “Mis felicitaciones a quienes hacen del
arte, el pensamiento, la ciencia, la investigación o la creación su principio y
su fin. Solamente se pueden obtener buenos resultados como éste de la dedicación,
la ilusión y la minuciosidad en el trabajo”.
Darío Villanueva, quien fuera rector de la
Universidad de
Santiago de Compostela recibió complacido los ejemplares de la colección y
escribió de su puño y letra palabras de agradecimiento.
Andrés Amorós contestó con sus mejores deseos de música, teatro y
danza.
Santos Sanz Villanueva manifestaba que le encantaba la colección por
ser elegante y muy atractiva, además del contenido que resultaba singular en el
panorama nacional.
Jon Kortazar escribió: “Gracias por el libro de Marchamalo. Me he
puesto a leerlo nada más abrirlo. Es muy divertido. Y es paradójico que cuente
cosas que no debían salir de la sala, y salen”.
Rafael Luque dijo: “Gracias por los libros, conjugando las confusiones
de los sentidos asociadas a la lectura, puedo decir que han sido un placer
devorarlo… un bocado exquisito”.
José Luís Calvo Carilla de la
Universidad de
Zaragoza manifestó: “Gracias por los libros. Sospechaba que eran folletos ya
que los dos que te solicité los tenían hace un año pedidos a mi librería
habitual y, resulta, que al abrirlos, me encuentro con unos libros preciosos y
con unos contenidos llenos de interés. No es frecuente editar con tanto cuidado
y con tanto gusto”.
La
que fue Ministra de Educación, Cultura y Deporte, Pilar del Castillo, envió una
nota de agradecimiento y admiración.
De
Presidencia de Gobierno de José Luis Zapatero: “Ojalá siga el Centro de
Profesores tratando de elevar la dignidad de parapetarse contra la mediocre
situación a la que nos conduce un mundo que ha olvidado de dónde viene y a
dónde se dirige, y al que solo el libro puede servirle de brújula”.
Antonio
Martínez Carrión dijo: “Querido amigo: peligroso de forma y contenido ese nº 29
de Cuadernos de Mangana. He disfrutado leyendo, ¿Puedo pedir más? Espero que no
tenga una multitud pero sí los mejores lectores. Enhorabuena”.